El exdecano de la Facultad de Ciencias de la Educación presentó su nuevo libro “Metafísica y Antropología” en la que plantean importantes aspectos del ser en general y del hombre en particular.
Por Koko Zavala. 19 octubre, 2017.La nueva publicación del doctor Pablo Pérez, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, fue presentada en Campus Lima (hoy) y en Campus Piura (el 6 de octubre).
Al inicio de la presentación, el Mgtr. Camilo García, decano y docente de la Facultad, expresó que estudiar la antropología indagando sobre la estructura del ser le permite al autor tener una visión amplia y profunda sobre el conocimiento personal y del mundo. Bajo esa misma perspectiva, dijo, se puede abordar temas fundamentales como las tendencias, los sentimientos, la voluntad y la inteligencia.
García Gonzales señaló que el análisis que realiza el autor lo lleva a afirmar la tesis de la preeminencia del espíritu, idea clave para entender todos los tratados que aborda en el libro. “Solo desde ahí comprende adecuadamente al hombre como integración del espíritu y la materia. El día de hoy aparecerán conceptos en los que hace falta volver a pensar, como el de materia, espíritu, el yo, las capacidades, la unidad, el pensamiento, el amor entre otros que al ser abordados desde una perspectiva metafísica enriquecen el estudio del ser humano”.
Talento pluridisciplinar
Al comentar el nuevo libro, el doctor Luis Eguiguren Callirgos, profesor de la Facultad de Humanidades de la UDEP, dijo que el talento pluridisciplinar del autor está reflejado en sus maduradas reflexiones sobre el ser como objeto de la Metafísica, y como resultado de su experiencia ordinaria de profesor, de la observación y del paso del fenómeno al fundamento, a los principios del ser.
Precisó que el libro presenta una exploración del ser en toda su amplitud, del ser como lo subyacente en la multiplicidad, de lo que se presenta frente al observador. El autor se enfrenta con las explicaciones del ser más trascendentales de Parménides y la de Heráclito, la de Platón y Aristóteles, y las asume en su propia experiencia con un espíritu de examen.
El doctor Eguiguren destacó la coincidencia de Pablo Pérez con Aristóteles, quien llega a la Metafísica a través de la Física, para entender el ser material, y desde aquí, avizorar el ser espiritual. En este orden, la indagación por el ser material presentado en el libro es de mucho interés puesto que la efectúa una persona con notable conocimiento de las ciencias naturales.
Sociedad futurista
Al comentar su trabajo, el doctor Pérez señaló que la sociedad actual es partidaria del cambio, de ir dejando atrás lo vivido para mirar exclusivamente al futuro. Sin embargo, el cambio debe ser para mejorar, lo que se da por supuesto sin ninguna base que lo justifique. No es verdad que cualquier mundo pasado fue mejor, pero tampoco lo es que cualquier mundo futuro lo sea, dijo. Lograr que la evolución de la sociedad sea para el bien personal, y el de todos, precisa un conocimiento profundo del ser del hombre. Es la base imprescindible para saber, con una cierta certeza, si un paso es adecuado o no, si significa un avance o un retroceso, anota el filósofo, médico, docente e investigador.
La coexistencia del hombre, señala Pérez, se concreta en una responsabilidad compartida sobre el ser de cada uno. El individuo ha de esforzarse por el logro de un destino que no llega a sus manos sin la ayuda de los demás. Una colaboración que ha de ser de amor, posibilitando la unión a través de la apertura que lleva, por la cointimidad, a la comunión de los espíritus. Meta que de no lograrse significa el fracaso personal y social, afirma.
“En el momento que la sociedad, en sus diversos estamentos, no tenga como finalidad la realización del hombre o no posea una idea clara de en qué consiste esta, el fracaso del género humano en su conjunto está asegurado. Solamente unos pocos capaces de ir contracorriente, es decir, sabios y fuertes, podrán lograr sus metas personales, ante la admiración o la crítica del resto. Por esto, el hombre tiene dos tareas o, quizá, dos batallas, una consigo mismo para llevar su ser en la dirección adecuada; y otra con la sociedad, para orientar su estructura hacia las metas humanas”, acotó.